martes, 19 de marzo de 2013

Teléfonos, dumplings y cenicientas de saldo y esquina

Buenas!

Todo pasó ayer. Y muy rápido.

Estaba tranquilamente en mi habitación después de una dura jornada laboral [1], cuando sonó el teléfono.

- "Wei ni hao" - dije en Chino, al ser un número que no tenía y dando la falsa esperanza a mi interlocutor de que seguiríamos en su idioma.

Ufff, os pondría lo que me dijo, pero no lo entendí del todo.  Con voz de chica, muy exaltada y alternando entre inglés y chino a toda pastilla.  De los fragmentos que pude extraer, entendí varias cosas:

"voy a tu casa a las 7.00"
"te voy a traer Dumplings"
"nos vemos ahora!"

WTF¡¡?? Como supe que en inglés no íbamos a entendernos, probe con mi chino básico.  Así que le empecé a preguntar cosas tipo "pero sabes dónde vivo?", "nos conocemos?" o "a ver alma de pollo, como te llamas?" (si el alma de pollo, claro... que no se cómo se dice xD).  Nada. Mas gritos, más alegría y más palabras ininteligibles.

"Ays.." - pensé - "estas prostitutas que prueban teléfonos al azar ya te llaman hasta por la tarde".

Se lo comenté a mi compi de piso, probamos si él tenía el teléfono, y después nos estuvimos riendo un rato. Hasta que sonó el timbre.  Ilán abrió la puerta y me oí un:

- Tony, hay una mujer al otro lado.


Quería soltar un "pues que se vaya al ver al guardia de la puerta norte, que está muy solo el pobre", pero la verdad es que no estaba el horno para bollos. Ni para bromas. Así que abrimos la puerta mientras intentaba recordar la cara que se les ponía antaño a los vendedores de enciclopedias [2]. Un niño entró escopeteado al comedor chillando:

- Teacher!! Teacher!!! My mother prepare dumplings for you!!

Y entonces lo entendí todo, y se lo expliqué a mi roomie.

- "Es uno de mis estudiantes. Probablemente ha sido él quien ha llamado antes. Y esta es su madre, que nos trae dumplings recién hechos. Y no es prostituta" - dije mientras la madre asentía con la bandeja en las manos, sin entender nada.

Les dí las gracias y la madre me explicó durante un rato el método de preparación:  hervirlos.

El niño y la madre se fueron muy contentos de casa, e Ilán y yo nos quedamos con la bandejada de dumplings.  Me quedé pensado un rato, y me di cuenta de que voy a echar de menos muchas, muchas cosas cuando llegue a España.  Entre ellas a los críos. Porque aunque salten, chillen, no atiendan y se coman todo el pato en el restaurante... siempre te alegra el día que al final de clase se vayan diciendo "I love you teacher :D!".

¿Para vosotros? Os dejo esta foto.


Y para mí, me quedo el abrazo conjunto que me dieron el otro día, cuando les dije que volvía a mi país :)

Saludos!

[1]: si por jornada laboral entendemos el curro que hace un pobre intern en una empresa china...
[2]: Nota para los lectores nacidos en los 90s: antes las enciclopedias estaban en papel, y señores/as con traje las iban vendiendo puerta por puerta, molestando como si testigos de Jehová se tratasen.

2 comentarios:

  1. Menos mal que iba con el crío no? Sino igual no sacas la conclusión tan rápido, jajajaja

    Btw, los dumplings esos... ¿parecen rellenos de "algo"?

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  2. Ay, cuánto te entiendoo!!! Lo revoltosos que pueden llegar a ser y cómo se olvida todo con un simple "I love you teacher" :D :D

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