Buenas!
Como todos sabréis, reírse con la gente está muy bien. Y reírse de la gente está bien a secas. Lo que no hay que olvidar, es que uno debe reírse también de sí mismo. Así que ahí va la historieta.
Corría la segunda semana de internship por Shanghai, y mis amigos y yo íbamos tan felices por el metro. Con aquel tipo de felicidad que la semana y media de vacaciones que nos dieron nada más llegar te aporta.
Yo estaba mirando los anuncios de las paredes (creédme, aquí es imposible no mirarlos) cuando de pronto me llamaron la atención una serie de carteles poblados con gente sonriendo y con una mirada que inspiraba más confianza que un restaurante de los de aquí con el menú en inglés.
Se conoce que todo el mundo (y por todo el mundo me refiero a los más de 22 millones de personas de la ciudad) sabe que esa gente representa a los trabajadores del metro de Shanghai, que se lo curran 24h al día para que todo funcione correctamente. También se conoce que yo desconocía este hecho ¬¬. Así que en uno de los momentos en los que mis amigos se quedaron en silencio, decidí dar rienda suelta a uno de mis más preciados dones. Concretamente el de "vamos-a-hablar-sin-pensar".
- Anda! Es la primera vez que veo a políticos en los carteles del metro.
Una nueva ola de silencio recorrió otra vez mi grupo de amigos. Esta vez, un silencio adulterado con el sentimiento de "ostras-qué-tonto-que-es-Tony-a-veces". Fue mi amigo Giorgos Kalpías quien asumió el rol de maestro de pre-escolar.
- Mmmm.... No, Tony. Ya sabes que aquí en China no se permiten carteles electorales y demás...
- Aham - dije mientras me ponía los cascos, adelantando ligeramente a los demás para no ver el facepalm colectivo.
Pues vale, sí. Tiene todo el sentido del mundo. Pero si los ves ahí en los carteles al más puro estilo Rajoy, Zapatero y un montón más de políticos que no mencionaré en este blog (principalmente porque no me se los nombres), lo primero que piensas es "ahí va! propaganda electoral china!".
Pero claro, aquí no hay de eso. Al igual que tampoco existen cosas tan normales como el queso, el desodorante o calzado del nº 44 en la mayoría de las tiendas :D. En fin, iré almacenando estos valiosos momentos para postearlos por aquí. Puede que incluso cuando llene el cupo, quede nominado a la medalla a la estupidez :D.
Saludos!
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